Las bolsas de plástico han acompañado a los seres humanos desde hace 50 años para transportar pequeñas cantidades de mercancía. Aunque las ciudades más importantes del mundo ya han prohibido su uso, estos artículos aún no desaparecen por completo.
De acuerdo con el informe de desechos sólidos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la crisis sanitaria por Covid 19 impulsó la utilización de las bolsas de plástico.
En México, por ejemplo, cada persona utilizaba, en promedio, 150 bolsas de plástico al año, pero esta media incrementó, durante 2020, año en el que cada mexicano utilizó 180. Mientras que, en Estados Unidos, una familia consume en promedio mil 500 bolsas plásticas en el mismo periodo según la Organización de Naciones Unidas.
Ventajas y desventajas de las bolsas de plástico
Ante este panorama los negocios deben considerar que aunque las bolsas ofrecen ventajas como funcionalidad, resistencia y permeabilidad, características que las consolidaron como un artículo indispensable, su utilización no es lo más recomendable.
A nivel mundial se producen 500 mil millones de bolsas de plástico anualmente y una de las desventajas de estos números es que estos artículos se degradan hasta en 400 años. Además, durante ese período son tóxicas para el medio ambiente; ya que la mayor parte de éstas no se reutiliza ni se recicla y acaba en los basureros o en el mar.
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Para la entrega de productos en tiendas físicas o por delivery, algunos gigantes del comercio ya han optado por cambiar los materiales con los que se fabrican sus bolsas por alternativas que conservan las mismas funcionalidades y al mismo tiempo, con la intención de cuidar el medio ambiente.
Los emprendedores no temen probar nuevas opciones. Este interés por aprovechar el desarrollo tecnológico y la investigación en todos sus campos, los ha llevado al uso de alternativas al plástico para embalaje que pueden biodegradarse en un periodo de entre 6 y 20 meses.
Incluso algunos como los productos Bioelements, pueden ser consumidos por los microorganismos en cualquier ambiente, lo que contribuye a que el ciclo vital siga su curso.
Además, al no ser bio-tóxicos ni tóxicos por metales pesados, los embalajes Bioelements no liberan elementos químicos, ni afectan negativamente al medio ambiente, reduciendo así la huella de carbono.
Valor diferencial de los biodegradables
En definitiva, los nuevos negocios y aquellos que ya se encuentran plenamente establecidos no pueden pensar solo en ganar dinero, sino en tener un impacto positivo en su entorno ambiental y social. Un primer paso es considerar que existen alternativas benéficas para estos dos ámbitos en todos sus procesos, desde instalaciones de producción, si es el caso, hasta alternativas a las bolsas de plástico y embalajes.
Por otro lado, entregar un producto en las manos del cliente es el triunfo más grande para un emprendedor, es el cierre de su esfuerzo y también, es un punto crítico pues de esa experiencia el cliente decidirá si requiere o no nuevamente del producto.
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Por ello, es indispensable que se tomen en cuenta factores de marketing, limpieza y puntualidad, por ejemplo, pero también que aquel paquete proviene de una empresa responsable que tiene un propósito claro: crear valor económico, social y ambiental a largo plazo.
Estas prácticas no sólo impactan en las nuevas generaciones de clientes que valoran estas características, también, establece un sello diferencial entre lo nuestro y la competencia. Y tú ¿qué esperas para darle una oportunidad a los empaques biodegradables?
Columna elaborada por José Ignacio Parada. CEO de Bioelements. Síguelo en @Jose_Ignacio
Nota del Editor: Las opiniones expresadas en esta publicación son responsabilidad exclusiva del autor y no reflejan necesariamente la visión de WORTEV.
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