Toda empresa necesita plantear metas y objetivos para poner en marcha sus estrategias de crecimiento. Para hacer más sencillo el proceso, existe una metodología efectiva para planear estas metas, se trata de los objetivos SMART.
Elevar las ventas, conseguir a los mejores proveedores o capacitar al personal son ejemplos de objetivos que, sin una planeación, difícilmente se concretarán. Los los emprendedores sueñan con formar una empresa exitosa, pero al inicio, definir el rumbo puede resultar abrumador y esto puede acabar con su entusiasmo.
Los objetivos SMART son metas concretas que permiten el análisis de desempeño. Estos objetivos deben ser realistas y apegados a la situación, tanto externa como interna de la empresa. Un objetivo SMART no es un anhelo como “querer aumentar las ventas”, en este caso, sería “aumentar las ventas un 30% en dos meses”. La diferencia para considerarse SMART, es que debe integrar cinco elementos que conforman el anagrama:
S: Specific o específico
M: Measurable o medible
A: Attainable o alcanzable
R: Relevant o relevante
T: Time-related o temporal
Los objetivos SMART hacen referencia a las características que hacen de una meta algo realizable. También proporcionan los criterios para guiar y establecer la gestión de proyectos como el desempeño del personal, por ejemplo.
Qué significa cada letra de los objetivos SMART
Específico
El criterio “S” responde a lo que se quiere conseguir específicamente en un área. Esta característica es el primer paso para establecer un objetivo empresarial. Acotar lo más posible la meta ayuda a buscar los mejores planes de acción para llevarla a cabo. La característica S de los objetivos SMART responde a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo que quieres conseguir?
- ¿Cuándo lo quieres conseguir?
- ¿Cómo lo vas a conseguir?
- ¿Por qué es necesario conseguirlo?
Medible
La metra “M” se refiere a los indicadores clave de rendimiento (KPI) que utilizarás para medir la eficiencia de tus metas. Que los objetivos sean medibles sirve para comprobar su cumplimiento de forma tangible o cuantitativa. De esta manera, una empresa puede comparar resultados entre diferentes estrategias, por ejemplo. Generalmente, se buscan cifras o porcentajes.
Alcanzable
La característica “A” corresponde a qué tan razonable o realista es el objetivo con respecto a la situación interna y externa de la empresa. Es decir, la meta debe tomar en cuenta la realidad económica de la empresa, el mercado, la situación actual de los empleados, etc. Una meta es alcanzable cuando se tienen los recursos y herramientas necesarias para cumplirla en un tiempo razonable. En este aspecto de los objetivos SMART también es importante establecer un margen de error.
Relevante
Por otro lado, el criterio “R” responde a la preguntas: ¿por qué le interesa tu empresa a tus clientes? y ¿qué es lo que tiene para ofrecer? Este criterio busca definir si el objetivo se adapta al contexto social y cultural en el que se encuentra la empresa.
Temporal
Por último, el criterio “T” se interesa por el tiempo en el que se busca alcanzar dicha meta. Los objetivos SMART deben establecer un rango de tiempo para completarla. Si se asigna un tiempo más ambicioso que realista, es posible que no se cumpla. Siempre hay que tomar en cuenta la cantidad de trabajo y los recursos disponibles para una tarea.
Los objetivos SMART te brindan la posibilidad de organizar mejor tus estrategias. Date la oportunidad de ser creativo y practicar esta metodología en todas tus tareas. Inicia por algo simple. Es mejor establecer un tiempo sobrado para evitar incumplimientos o un trabajo mal hecho. Compártenos ¿en tu empresa has implementado los objetivos SMART? En WORTEV trabajamos por el crecimiento de empresas estableciendo metas funcionales y eficientes. ¡Conócenos!