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¿Cómo integrar la metodología Lean con otros sistemas de gestión de calidad?

En la década de 1990, Nike se enfrentó a distintas controversias que dañaron su reputación a nivel mundial. Después de fuertes críticas sobre las condiciones laborales en fábricas subcontratadas en países en desarrollo, la empresa adoptó Lean Manufacturing, un sistema de gestión de calidad con el que buscaron dar solución a sus problemas. 

Gracias a un enfoque centrado en el cliente, Nike mejoró sus productos, reforzó su reputación y se convirtió en un referente en responsabilidad, innovación y excelencia. 

Historias como la de Nike, nos muestran que la implementación oportuna de sistemas de gestión de calidad impulsa la mejora continua de los productos y servicios. Además de optimizar los procesos internos, reducir costos y aumentar la satisfacción del cliente, lo que deriva en un crecimiento sostenible en el tiempo. 

Implementar diferentes modelos para la gestión de calidad es una estrategia corporativa que permite a las empresas adaptarse a los constantes cambios del mercado. Así como a mantener ventaja competitiva y fomentar una cultura de excelencia. 

Entre las metodologías más destacadas de gestión de calidad se encuentra la metodología Lean. Ésta se creó a partir del sistema de producción de la empresa japonesa Toyota. Y se centra en la eliminación de desperdicios y la maximización del valor para el cliente.

A través de principios como la mejora continua (kaizen), el flujo de trabajo eficiente y la atención a los detalles, Lean identifica y reduce actividades que no agregan valor. Así, mejora la eficiencia y calidad de las operaciones. 

Sin embargo, muchas empresas implementan la metodología Lean en conjunto con otros sistemas de gestión de calidad. Al integrar distintos métodos, es posible aprovechar lo mejor de cada enfoque en favor del desarrollo de la organización. 

Pero, ¿cómo funcionan estas sinergias? ¿Qué beneficios obtienen las empresas? 




Sistemas de gestión de calidad que impulsan el desarrollo de las empresas

La calidad en productos y servicios determinan el éxito de las empresas. Dos de los enfoques más reconocidos y utilizados en los últimos años en la gestión de calidad son la normativa ISO 9001 y Six Sigma. 

Aquí te explicamos los fundamentos de ambos sistemas de gestión de calidad  y, a partir de esto, distinguirás cómo cada uno puede contribuir al crecimiento de tu empresa. 


ISO 9001

La International Organization for Standardization (ISO), es un organismo internacional independiente que desarrolla y publica estándares para diversas áreas. Aquí surge la norma ISO 9001, que se basa en los sistemas de gestión de calidad y que ayuda a las organizaciones a garantizar que sus productos y servicios cumplan con las expectativas del cliente y las regulaciones legales.  

ISO 9001 ofrece un marco basado en principios de gestión de calidad. Se caracteriza por tener un enfoque centrado al cliente, así como en el liderazgo y la participación del personal. Al mismo tiempo, se concentra en los procesos de la empresa, la mejora continua, la gestión de relaciones y en la toma de decisiones basadas en evidencia.


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Six Sigma

Por otro lado, Six sigma es una metodología de gestión desarrollada por Motorola en 1980. Se basa en mejorar la calidad de los procesos y su objetivo es eliminar defectos y reducir la variabilidad. 

Esta metodología utiliza diversas herramientas estadísticas y técnicas de gestión de proyectos que le permiten identificar, analizar y eliminar las causas de los errores en los procesos de negocio. 

Los proyectos Six Sigma se guían por el enfoque D-M-A-I-C: 

  • Definir 
  • Medir
  • Analizar
  • Mejorar
  • Controlar

Sinergia entre Lean y otros sistemas de gestión de calidad

La integración de la metodología Lean con otros sistemas de gestión de calidad como Six Sigma o ISO 9001, es común porque ambos principios se alinean y se complementan con Lean:


ISO 9001 y Lean

La integración de Lean con ISO 9001 refuerza el enfoque de la norma en la satisfacción del cliente y la mejora continua. Por ejemplo, Lean ofrece herramientas prácticas para optimizar procesos, eliminar desperdicios y aumentar la eficiencia, lo que complementa los requisitos de ISO 9001 para la documentación, gestión de riesgos y auditoría interna. 

Esta combinación ayuda a las empresas a cumplir con estándares internacionales, la mejora continua de sus procesos y a ofrecer productos y servicios de mejor calidad a sus clientes. 


Lean y Six Sigma

Esta mancuerna ha ganado relevancia en los últimos años, ya que crea un marco que permite a las empresas alcanzar niveles superiores de calidad y eficiencia. Por esta razón, es conocida en el mundo organizacional como metodología Lean Six Sigma. 

Su importancia surge porque mientras Lean agiliza los procesos, Six Sigma asegura que estos procesos sean consistentes y libres de defectos. De esta forma crean una cultura de mejora continua que va desde la eficiencia operativa hasta la calidad del producto.

Además, mientras Lean se concentra en la eliminación de desperdicios y la mejora del flujo de trabajo, Six Sigma reduce la variabilidad y mejora la calidad del proceso a través del uso de métodos estadísticos.


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Áreas y procesos de la empresa en la que estas mancuernas funcionan

La sinergia entre metodologías, específicamente Lean, ISO 9001 y Six Sigma, puede transformar diferentes áreas y procesos de una empresa, desde la producción y manufactura hasta el servicio al cliente.

Estas metodologías ofrecen parámetros para la mejora continua y la gestión de calidad. También, cuentan con herramientas prácticas que optimizan procesos, reducen costos y garantizan la excelencia en los diferentes aspectos de la operación empresarial.  

Al entender cómo la fusión de estas metodologías funciona en áreas clave, las organizaciones pueden crear una base sólida para alcanzar crecimiento sostenible en diferentes áreas: 


Producción y manufactura

En áreas como producción y manufactura, la integración entre sí de metodologías como Lean con ISO 9001 o Six Sigma impulsa una mejora significativa en la productividad, calidad del producto y reducción de costos, ya que: 

  • Lean se enfoca en la eliminación de desperdicios y la mejora continua, promoviendo un flujo de trabajo más ágil y efectivo. 
  • ISO 9001 proporciona un marco estructurado para la gestión de la calidad, asegurando que los productos y servicios cumplan con los requisitos del cliente y las normativas aplicables. 
  • Six Sigma, por su parte, se centra en la reducción de la variabilidad y el control de calidad a través del análisis estadístico, permitiendo alcanzar niveles de defectos extremadamente bajos. 

Gestión de la cadena de suministro

Una gestión eficiente en la cadena de suministro es necesaria para el éxito de cualquier empresa. Aquí es donde Lean Six Sigma y Lean – ISO 9001 pueden marcar la diferencia en las organizaciones al mejorar la eficiencia operativa y reducir costos.

Lean Six Sigma se utiliza para identificar y eliminar cuellos de botella, reducir tiempos de ciclo y mejorar la precisión de inventarios. Se logra gracias a la implementación de técnicas como el mapeo de la cadena de valor y el análisis de causas raíz. 
Mientras que la mancuerna con la ISO 9001 establece estándares para la gestión de la calidad en cada etapa de la cadena de suministros. Así, se garantiza que proveedores y socios cumplan con los requisitos de calidad y contribuyan al objetivo general de la empresa.


Áreas administrativas

La fusión de metodologías Lean Six Sigma y Lean – ISO 9001 también son útiles en áreas administrativas. Por ejemplo, en el área de recursos humanos pueden aplicarse para mejorar los procesos de reclutamiento, capacitación y retención de empleados. En finanzas, optimizan procesos como la gestión de cuentas por cobrar y pagar, mejorando el flujo de caja y la precisión financiera. 

En la gestión de proyectos Lean Six Sigma proporciona herramientas para la planificación y ejecución eficiente, minimizando retrasos y sobrecostos. Mientras que la mancuerna con ISO 9001 asegura que todos estos procesos administrativos se realicen bajo estándares de calidad y promueve una cultura de mejora continua y excelencia operativa en toda la organización.


Servicio al cliente

La satisfacción del cliente es el principal objetivo para cualquier empresa. En este caso en específico, la integración de Lean con ISO 9001 tiene un impacto positivo pues esta normativa asegura que se establezcan y mantengan altos estándares en cada interacción con el cliente. 

A partir de ello, las empresas incrementan la satisfacción de sus clientes y, además, consiguen una mayor lealtad, lo que impulsa el crecimiento sostenible y rentabilidad de la empresa. 


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La fusión de la metodología Lean con otros sistemas de gestión de calidad es una estrategia integral que impulsa la mejora continua, optimización de procesos y satisfacción del cliente dentro de las empresas. 

En WORTEV contamos con un equipo especializado en la gestión de procesos que te ayudará con la implementación de estas metodologías para la gestión de calidad en tu empresa. Conoce cómo hacerlo AQUÍ

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Autor: Dulce Barrera.

Fecha de publicación: 24 mayo, 2024.

Titulo de publicación: ¿Cómo integrar la metodología Lean con otros sistemas de gestión de calidad?.

Medio de publicación: WORTEV.

URL de publicación: https://wortev.com:443/especialidades/gestion-de-calidad/