¿A cuántas personas conocemos que deciden emprender y en lo último que piensan es en los trámites legales necesarios para constituir una empresa? En la mayoría de los casos es porque no están seguros de la viabilidad de su proyecto y al paso del tiempo, no retoman incorporarse a la formalidad, como generar una sociedad legal y tramitar su respectiva acta constitutiva.
En ocasiones esta decisión la toman pensando que es más costoso constituirse debido a los gastos que implica el proceso. Además de los requerimientos legales que deben cumplir, sin pensar en la importancia y beneficios de constituir su empresa.
Pero ¿qué es un acta constitutiva? Se trata de un documento elevado a escritura pública. Esto significa que debe ser elaborado por un fedatario público, ya sea un notario o corredor público para surtir efectos ante terceros y establecer las reglas.
Cuando se tiene un negocio y se busca iniciar relaciones comerciales entre personas morales, lo más común es que la otra parte les pida su acta constitutiva para celebrar un contrato. Aunque parezca complejo, es más sencillo de lo que crees si estás acompañado por un abogado experto.
Es obligatoria toda vez que constituye la base legal de cualquier empresa, ya sea de carácter Civil o Mercantil. Es lo equivalente al acta de nacimiento de una persona física, es decir, el acta constitutiva es el documento que avala su existencia y en el caso de una persona moral o sociedad se le llama de esta forma.
Ya que estos documentos son necesarios, no sólo para empresas, sino también para organizaciones no gubernamentales, grupos deportivos y cooperativas, debes considerar que hay diferentes tipos de actas constitutivas.
Así, dependiendo del tipo de empresa u organización es el acta constitutiva a tramitar.
Visita este enlace y aprende más sobre los tipos de sociedad, como Sociedad de Responsabilidad Limitada y la Sociedad en Nombre Colectivo.
En el acta constitutiva de una sociedad mercantil se encontrarán los siguientes puntos, los cuales son sumamente importantes:
Comúnmente identificada como “el nombre”. Este es autorizado por la Secretaría de Economía y dará formalidad al nombre de la empresa como sociedad.
En este apartado del acta constitutiva se describen todas las actividades que realiza tu empresa y pretende realizar una vez que crezca.
Se refiere a la forma en que será administrada y cómo funcionará operativamente. Aquí se designará a las personas que tendrán facultades dentro de la empresa, que, por lo regular son los mismos accionistas o socios. Así como el valor de las acciones y el capital social y capital contable con el que se iniciará.
Otro dato importante en el formato de acta constitutiva es la duración. Se refiere a los años que permanecerá activo el registro de la empresa. Generalmente en este apartado se coloca 99 años, que es el tiempo máximo.
En este caso, si decides liquidarla antes, sólo debes realizar el trámite ante un corredor o notario público para bajar la cortina definitivamente. Lo mismo si deseas extender la duración seleccionada.
En la mayoría de los casos, en este mismo instrumento notarial se otorga el poder notarial para el representante legal. Al representante se le otorgan las facultades que los accionistas decidan para así proteger su empresa, y a estas se les conoce como actos de dominio. El término se refiere a todos los actos que implican la facultad de disponer y decidir sobre la empresa.
La recomendación es que estas facultades dentro del acta constitutiva sean siempre mancomunadas con los accionistas. De esta forma, no se podrá realizar ningún acto a menos que se tenga también el consentimiento y firma de todos los accionistas.
Recuerda que el objetivo de todo este proceso es proteger siempre a tu empresa de alguna transacción que transfiera la propiedad de un bien de la misma o hasta la misma empresa. No tomes a la ligera esta decisión, ya que aún con gente de confianza es recomendable limitar el alcance de esta facultad.
Una desafortunada cifra es que en México el 55.5% de la población económicamente activa trabaja en la informalidad, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Esta condición dificulta el acceso a servicios financieros y de salud, inversión, prestaciones, la posibilidad de acceder a un ahorro para el retiro y hasta el crecimiento profesional.
Así que, lo que al inicio podrías considerar como algo costoso (sobre todo cuando tu capital es limitado), a mediano y largo plazo traería otras consecuencias con mayor impacto, no sólo para tu emprendimiento, sino también en tu vida. ¿Por qué confiar en el contrato social, cuándo se pueden establecer garantías a nivel legal?
Celebrar contratos entre personas morales da mayor formalidad y seguridad en caso de incumplimiento de alguna de las partes. En estos casos, puedes ejercer las acciones legales ante las autoridades correspondientes, al contar con una personalidad jurídica.
No limites el crecimiento de tu emprendimiento por falta de formalidad. Constituye tu empresa y genera el escenario ideal para una larga duración de la sociedad que has formado. En WORTEV contamos con un equipo de especialistas legales para acompañarte durante este proceso.
¿Y tú ya cuentas con este documento? Compártenos en los comentarios qué te hace falta para lograrlo.
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