En 2018, Laura González, fundadora de Koen, vivió el peor y el mejor momento para su startup que comercializa estuches de piel para chefs. Ese año su negocio se descapitalizó y tuvo que cerrar el taller que recién había abierto con sus propios fondos.
La intención del taller era tener control sobre los tiempos de entrega y ofrecer a los clientes una mejor experiencia, pero entrar al mundo de la producción fue complicado porque no tenía experiencia previa. “Fue una curva de aprendizaje bien dura”, confiesa.
La emprendedora de 29 años —originaria de Guadalajara, Jalisco— cuenta que hubo un momento en que no pudo pagarles a los trabajadores del taller. “Fue muy duro porque sentí que ya había fracasado”.
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González había sobreendeudado a Koen, así que no tenía más remedio que conseguir un trabajo de medio tiempo para obtener más dinero.
Este descalabro no significó el final de Koen. La emprendedora volvió al modelo anterior, donde artesanos de talleres independientes creaban los estuches. En medio de esos tiempos difíciles, González recibió una invitación para participar en un show de televisión, que funcionaría como una gran plataforma para Koen.
En el show de televisión, la fundadora de Koen logró lo que pocos, conseguir el interés y una propuesta de los cinco inversionistas que participaban. La oferta conjunta fue de 2.5 millones a cambio del 50% de las acciones de su empresa.
Escucha consejos, pero tú decide las jugadas de tu negocio
El período de negociaciones con los tiburones duró más de un año y no se logró concretar con todos. “Al final decidí cerrar solamente con un socio. Él tiene el 10% de la empresa, es el único socio y el oficial”, afirma González.
“Era la primera vez que atravesaba un proceso de inversión; para mí fue mucho aprendizaje, y no tener muy claro el plan de negocio ralentizó el proceso”, recuerda.
La emprendedora cuenta que por poco también cierra negociación con otra inversionista del programa. Sin embargo, “no estaba muy de acuerdo con las jugadas que yo quería hacer en la empresa”, explica.
Aceptó tener sólo un socio debido a la infraestructura que éste tiene detrás, relacionada con el emprendimiento. Al final, la negociación cerró en 500 mil pesos de inversión por el 10% de Koen. De esta forma no solo ganó el capital, sino también encontró en su socio, un mentor.
“Busco apoyarme en él para tener un punto de vista diferente porque tiene mucha experiencia en el mundo de los negocios”, asegura la emprendedora.
Durante la negociación, González tuvo que tomar las mejores decisiones para Koen a largo plazo. Negociar con grandes empresarios de México le dejó grandes aprendizajes y asegura haber construido una buena relación con ellos, al grado de considerarlos socios estratégicos.
En este proceso Laura aprendió que debe escuchar consejos, pero tomar las decisiones de su negocio por sí misma.
La negociación fue fructífera para Koen, pues aceleró su crecimiento anual, que ha sido de 30% en utilidades. La inversión se utilizó en capital de trabajo y en infraestructura digital. Y durante la pandemia triplicaron las ventas gracias a los clientes estratégicos que contactó gracias a su socio.
La conquista de Koen por el mundo
Koen, fundada en 2016, con un capital inicial de 10 mil pesos, ha llegado a China, Dinamarca y Australia.
Desde el 2018 la intención de su fundadora es llevar a Koen a ser una marca de diseño y calidad reconocida a nivel internacional. Ahora planea atender otros nichos como el de deporte y bienestar. Así como trabajar con materiales sustentables.
En 2020 esta empresa vendió dos millones, ganancia que duplicó en 2021. La clave de su crecimiento ha estado en no dejarse doblegar por las dificultades, aconseja González.
Esta entrevista con Laura González, creadora de Koen, forma parte de nuestro WHITE PAPER. Retos y oportunidades para levantar capital en México 2021. Descárgalo en el siguiente formulario y lee más recomendaciones y cifras de expertos, así como de emprendedores que, como tú, han presentado desafíos para acceder a capital.
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