Una opción para dar empleo digno a trabajadoras domésticas, con un seguimiento a su actividad y prestaciones de ley. Es la propuesta de Mi dulce hogar.
Las trabajadoras domésticas han sido por décadas discriminadas y privadas del beneficio de seguridad social que les corresponde por ley. Para combatir esta problemática, Estefanía Hernández creó Mi Dulce Hogar en 2015. Una red de trabajo y colaboración donde este sector se vea beneficiado y tengan condiciones laborales dignas.
En México existen 2.3 millones de trabajadoras domésticas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y la mayoría trabaja en condiciones precarias.
La apuesta de Mi Dulce Hogar, cuyas operaciones se centran en la Ciudad de México (CDMX) y Guadalajara, es garantizar seguridad y calidad de sus servicios, manteniendo comprometidas a sus colaboradoras a través de sus prestaciones de ley.
Hernández comenzó la empresa con un crédito de 15 mil pesos y las herramientas de Google para dar servicio. Con esa infraestructura logró ofrecer 30 mil servicios. A partir de entonces, se convenció de la rentabilidad del proyecto y puso manos a la obra en la búsqueda de un fondo de capital privado para hacer crecer el negocio.
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A pesar de algunos rechazos no desistió en su meta de ayudar a las trabajadoras domésticas
Fue al cuarto año de haber comenzado operaciones cuando Hernández comenzó a buscar capital privado. Después de varias negativas, la emprendedora logró que dos inversionistas ángeles apostaran por Mi Dulce Hogar. Sus primeros inversionistas fueron Polígono Capital, quienes actualmente son los más activos.
Para la emprendedora, lo más retador fue enfrentar el rechazo de algunos inversionistas. Le apostó al networking y de esa forma comenzó a conocer personas interesadas en participar en su empresa.
El dinero que obtuvo en la primera capitalización, lo invirtió en el desarrollo digital de la empresa y en consolidar su actividad en la Ciudad de México, ya que en sus inicios sólo operaban en Guadalajara.
Hernández recomienda antes de levantar capital siempre tener reportes de las acciones, de las ventas y del crecimiento de la empresa. “De esta forma, se puede analizar los avances y tener la información a detalle, algo que ayuda también para cuando llega un inversionista que seguro pedirá esta información”.
La pandemia les ayudó a transformar su modelo de negocio
Frente a la pandemia, la empresa apostó por evolucionar el servicio, mejorando algunas dinámicas y adaptándose a la nueva normalidad. La última versión de Mi Dulce Hogar permite agendar servicios de limpieza del hogar a través de su sitio web en el día y hora que los clientes lo soliciten.
Las trabajadoras domésticas forman parte de la compañía, por lo que no existe el riesgo de que el servicio no llegue a completarse por ausencias u otro tipo de factores externos. Además, la empresa aplica cuidadosos procesos de reclutamiento que permiten estudiar y verificar los antecedentes del personal.
Mi Dulce Hogar ha realizado al menos 50,000 servicios en CDMX y Guadalajara, y ha revolucionado el mercado de las empleadas domésticas al ofrecerles prestaciones de ley y capacitación constante como cursos de inglés y hotelería.
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Hoy la aplicación permite valorar el servicio de las trabajadoras domésticas para posteriormente retribuir su desempeño. En un futuro, Hernández busca lanzar operaciones en otros países y tener más y mejores servicios.
Nueve de cada diez personas que se dedican al trabajo doméstico son mujeres. Por lo que los invitamos a conocer esta iniciativa originaria de nuestro país que busca ayudar a solucionar la problemática que representa las condiciones laborales de las trabajadoras domésticas.
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