La población está envejeciendo y poco se habla del tema. Hoy las mujeres mayores de 50 años que quieren emprender están aumentando y están aprovechando la tecnología para abrir negocios en plataformas digitales.
Así es la historia de Claudia Calvin quien trabajó 18 años en el sector público en áreas como diplomacia, relaciones internacionales y comunicación política. Tras sufrir un preinfarto por el acelerado ritmo de trabajo, Claudia decidió detener el tiempo y tomar un año sabático. En ese momento no se imaginaba que se convertiría en una referencia para mujeres mayores de 50 años que quisieran emprender.
Era 2008 cuando a sus 40 años, Claudia regresó a laborar en la academia, dando clases de comunicación internacional. “Esos chavos (alumnos) me cambiaron la vida”, recuerda. Gracias a sus alumnos, ella descubrió el mundo de la blogosfera y decidió abrir el suyo firmando como LaClaud.
“Entre mis miedos y el síndrome del impostor que viven muchas mujeres emprendedoras de mi generación”, cuenta Claudia, se animó a abrir su espacio. “Tenía temor de ser reconocida por alguna figura pública con la que había trabajado antes”.
De esta forma, Claudia se dio cuenta que había muy pocas bloggers en español y encontró un área de oportunidad. Claudia estaba convencida que las mujeres también tenían mucho que decir y que había que darles visibilidad.
Fue así que en 2009 fundó Mujeres Construyendo, una comunidad que comenzó con 50 mujeres y hoy tiene 50 mil bloggers que escriben en español. Incluso tiene gente en Guinea Ecuatorial, África.
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Retos de mujeres emprendedoras
Mujeres Construyendo es la primera plataforma de difusión de contenidos de mujeres en español. Su misión es promover el empoderamiento de las mujeres a través de las TIC y darle visibilidad a las voces femeninas.
El inició del camino como mujer emprendedora fue “muy solitario”, cuenta Claudia. Mientras construía la plataforma le llegaron ofertas de trabajo en el sector público muy tentadoras que rechazó. Cuando buscó financiamiento gubernamental, la respuesta fue: “Señora, no le vamos a pagar su hobbie”. Por fortuna, tiempo después encontró un ángel inversionista.
Aunque Claudia no tenía tan muy claro el alcance de su proyecto, un día navegando por redes sociales encontró que en Silicon Valley había unas mujeres emprendedoras que habían construido una comunidad como la suya. La diferencia era que ellas tenían 3 años en el negocio y facturaba 5 millones de dólares. Se acercó con ellas y le dijeron: “no estás sola, nosotras te apoyamos”.
El reto más grande para Claudia vino cuando al crecer su comunidad necesitaba mejorar su plataforma y contrató a una empresa que le robó la base de datos de alrededor de 4,000 personas. Demandó a uno de los socios y la experiencia fue un desgaste de tres años y medio. “Liitigar un tema digital en el mundo analógico es para llorar”, confiesa la emprendedora.
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Apoyar a las mujeres mayores de 50 años a emprender
Ese trago amargo no detuvo a Claudia, quien años más tarde se concentró en dar consultoría. Cuando cumplió 50 años decidió involucrarse más en el tema de coaching. Se certificó con el “Knowledge Business Blueprint (KBB)” de Tony Robbins y Dean Graziosi y el “Programa Experto” de Raimon Samsó.
Su objetivo era encontrar ¿cómo traducir su experiencia de vida a otras, sobre todo a mujeres mayores de 50 años? “Quería apoyar a las mujeres a romper con el síndrome de la impostora, que parece que nos pusieron a todas en el talco de bebés”, señala.
De esa inquietud surgió la idea de crear en 2019, Claudia Calvin Online, una escuela cuyo objetivo es apoyar al alumnado a desarrollar nuevas habilidades para una nueva realidad y promover el autoempoderamiento de las mujeres mayores de 50 años “que están en el tercer acto de su vida”.
Hoy, Claudia Calvin Online tiene 312 alumnas que reciben cursos sobre empoderamiento interno, cómo mejorar su negocio y emprendimiento, y sobre liderazgo. Además, sus alumnas pueden acceder a dinámicas de networking.
Reivindicar las canas
Con estos dos emprendimientos avanzando y creciendo, Claudia asegura que es momento de reivindicar las canas y de reconocer, sobre todo después de la pandemia en que la brecha de género se volvió a impactar, que la trayectoria de las mujeres no tiene porqué ser lineal, sino que también hay pausas y son buenas.
Para esta emprendedora impulsar a las mujeres mayores de 50 años para que emprendan es una tarea que va en dos sentidos. El primero es ayudarles a desarrollar sus habilidades básicas de emprendedoras, las que tienen que ver con cursos técnicos sobre finanzas y contabilidad. Y la segunda es ayudarles a construir una narrativa diferente para derribar sus creencias limitantes sobre el dinero o el emprendimiento.
De esta forma, Claudia busca generar más iniciativas que le ayuden a abrir camino a las mujeres mayores de 50 años que con herramientas como internet puedan empoderarse y crear sus propios negocios.
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