En 2004, Argentina se recuperaba de una sequía de medallas en los Juegos Olímpicos de Atenas. Tras 52 años sin obtener una medalla de oro, en esta edición obtuvo dos preseas del metal dorado. Este mismo año, en Buenos Aires, Alejandra Marcote se graduaba como Contadora Pública con mención honorífica. Una profesión a la que apostaba para dedicar el resto de su vida. Todo parecía planeado para salir bien, nadie creería que una década después, se especializaría en resignificar el fracaso a partir de sus propias experiencias.
Durante 15 años, Alejandra siguió ese camino, trabajó tanto para pymes como para multinacionales. Se especializó en el desarrollo de negocios y análisis económico-financieros de las compañías, por lo que conocía los aspectos en torno a la creación de empresas. Poco a poco esta vida comenzó a ser insatisfactoria.
Ante la falta de nuevos retos y metas, Ale inició un camino de replanteo personal en busca de plenitud. En este proceso tomó cursos y aprendió sobre fotografía, coaching organizacional, oratoria, baile, comunicación y viajes, entre otras actividades más, para desarrollar nuevas habilidades y principalmente conocerse a sí misma.
Ella aún dependía de una empresa y tenía un sueldo fijo cuando conoció las charlas TED y se enamoró del concepto. Así que se unió como parte del equipo organizador de las jornadas Maratón Emprending, especializado en impulsar y acelerar el crecimiento de emprendedores en Argentina.
Enamorada de este mundo, Ale Marcote emprendió con su propia empresa de organización de eventos. Aunque fue más difícil de lo que se imaginaba. En este camino encontró una brecha entre lo que veía y lo que vivía: “nadie hablaba de sus fracasos o de lo difícil que es emprender”.
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Era momento de resignificar el fracaso
La emprendedora recuerda que todos contaban de lo bien que les iba, orgullosos mostraban el camino recorrido, pero a partir de los éxitos. A nadie le gustaba hablar de lo difícil, de los obstáculos y de cómo eso les había dado aprendizajes para llegar hasta dónde están.
“Yo pasaba por un momento difícil, dejar de vender a conocidos y comenzar a captar nuevos clientes”, recuerda. Así que el primer reto fue entender que la vida del emprendedor no es como se cuentan las historias.
“No existía una conversación genuina para hablar de lo incómodo que es, ahí encontré un propósito: era momento de resignificar el fracaso”.
Alejandra comparte que llegar a este punto fue circunstancial. Disfrutaba organizar eventos, pero fue hasta este momento que lo vio como una oportunidad para transformar la vida de otras personas.
El primer paso enfocado en este tema fue en 2015 cuando estuvo al frente del movimiento Fuckup Nights en Buenos Aires. Este tema fue tan atractivo que de 2015 a 2017 reunió en total a más de 6,000 personas y logró que más de 60 emprendedores contaran sus historias de fracaso.
“Por primera vez se había puesto en la mesa algo de lo que nadie quería hablar y fue recibido con éxito”, cuenta Alejandra. Sin embargo, explica que hacía falta un espacio en el que no solo se contaran las historias, sino que además brindara las herramientas para evitar cometer estos errores y resignificar el fracaso.
Con esta motivación, en 2015 la emprendedora creó su propia plataforma a la que denominó Aprender Del Error®. Aunque enfrentó otro desafío personal que no había tomado en cuenta: “me encantaba organizar eventos, pero me daba terror subirme al escenario”.
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Para resignificar el fracaso, hay que aprender del error
Tras varios cursos, Alejandra se convirtió en speaker y coach sobre este tema. Brindaba charlas y talleres en las que los participantes aprenden a vincularse con el error, dejar atrás la culpa y aprender de lo que no funcionó. Resignificar las historias para extraer lecciones y utilizarlas a favor de uno mismo o de una organización.
Poco a poco, estos talleres y charlas atrajeron la atención de empresas y corporativos que desean llevarlas a los centros de trabajo. Actualmente, Aprender Del Error® es una plataforma integral de talleres, eventos, podcast, libros y contenido de apoyo para resignificar el fracaso.
Tras seis años como emprendedora, Alejandra Marcote reconoce que lo más difícil de emprender es luchar contra las barreras internas, “la voz te que dice no puedo hacerlo o la que cree que alguien lo puede hacer mejor que tú”.
Si bien, hoy puede hacerlo, fue un pensamiento que le llevó varios controlar, gracias a un trabajo interno y a la preparación. “Algo me decía que no era para mí, pero yo quería hacerlo, así que lo hice aún con el temor que representaba”, explica.
Esta recomendación la hace extensiva a otros emprendedores que se sienten limitados en capacidades o con inseguridades que evitan que sigan con su sueño de emprender. Recientemente, Alejandra Marcote publicó el libro ‘Cómo transformar el síndrome del impostor en tu aliado’, que habla precisamente de este tema. “Era algo que a mí me pasaba y en las charlas he notado que es más común de lo que se cree”.
Con este libro, la emprendedora planea su expansión a Latinoamérica para ayudar a más empresas a resignificar el fracaso.
Emprende y fracasa, sin miedo al éxito
Revive las lecciones de Alejandra Marcote durante nuestro WORTEV Rise Day: Emprende y fracasa, sin miedo al éxito. Compartió espacio con Carlos Zimbrón para hablar sobre la relación con el fracaso y cómo mejorarla. Ingresa a este enlace para ver el video del evento.
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