Emprender es sinónimo de probar cosas nuevas y asumir y gestionar los riesgos. Ya sea lanzando un nuevo producto o explorando un nuevo mercado, el camino de los emprendedores suele estar acompañado de incertidumbre. Por eso, la capacidad de identificar y mitigar estos riesgos es determinante para el éxito del negocio.
Comprender que los riesgos son una parte inherente es vital para gestionarlos. ¿Cómo arriesgar sin poner en peligro tu proyecto? Primero, es importante desarrollar un espíritu a prueba de obstáculos, que integre:
Gestionar riesgos va más allá de ser resiliente, para lograrlo es importante implementar una serie de pasos y estrategias que te permitirán hacer frente a los obstáculos. Aquí te explicamos todo lo que debes saber.
Para gestionar eficazmente los riesgos, es esencial primero identificarlos. Implementar una combinación de estos métodos te permitirá tener una visión completa y detallada de los riesgos que podrían afectar a tu organización, facilitando la toma de decisiones informadas y la planificación estratégica para mitigar posibles amenazas.
Aquí te presentamos algunas de las metodologías más utilizadas:
Este análisis identifica Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas. Proporciona una visión integral de los posibles riesgos y áreas de mejora, permitiendo evaluar tanto factores internos como externos que pueden afectar a la organización.
Realizar entrevistas con empleados clave y utilizar cuestionarios para recopilar información sobre posibles riesgos en diferentes áreas de la empresa. Esto asegura una recopilación amplia y diversa de perspectivas.
Analizar registros históricos, informes financieros y otros documentos relevantes para identificar patrones o tendencias de riesgo. Revisar los requisitos y normativas aplicables también ayuda a evitar incumplimientos y sanciones.
Organizar talleres con equipos multidisciplinarios para discutir y descubrir posibles riesgos mediante lluvias de ideas y análisis colaborativo. Esta metodología fomenta la creatividad y la generación de ideas innovadoras.
Este método implica la recopilación de opiniones de expertos de forma anónima y estructurada a través de rondas de cuestionarios. La retroalimentación se resume y se comparte entre los participantes para refinarlas hasta alcanzar un consenso.
Utilizar herramientas como el Análisis de Modo y Efecto de Fallos (FMEA), el diagrama de Ishikawa (o espina de pescado) y los diagramas de Pareto para identificar causas fundamentales de posibles riesgos. Esta metodología es útil tanto de manera preventiva como reactiva.
Examinar eventos de riesgo anteriores dentro de la empresa y en la industria para obtener valiosas ideas sobre posibles riesgos futuros. Esto ayuda a reconocer amenazas similares y desarrollar medidas preventivas.
Invertir en herramientas de inteligencia de amenazas que proporcionan información en tiempo real sobre posibles riesgos, como ciberataques o fluctuaciones del mercado. Estas permiten identificar y responder a riesgos emergentes de manera oportuna.
Bien dice el dicho “Más vale prevenir que lamentar”. Para gestionar los riesgos deberás diseñar un plan de emergencia para hacer frente a los eventos. Asegúrate de que incluya:
La gestión de riesgos es fundamental para toda empresa. Un enfoque estructurado te protege de posibles pérdidas y fomenta la toma de decisiones informadas. Para lograrlo sigue estos cinco pasos:
Esto implica un análisis exhaustivo de todas las áreas de la empresa, como operaciones, finanzas, capital humano y tecnologías de la información, por mencionar algunas. Para esta fase, es recomendable utilizar los métodos de entrevistas, cuestionarios, talleres y la revisión de documentación y procesos ya existentes.
Una vez identificados, los riesgos deben analizarse para comprender su naturaleza y características. Incluye la evaluación de la probabilidad de ocurrencia y el impacto potencial de cada uno de los posibles riesgos.
No todos los riesgos tienen el mismo nivel de gravedad o urgencia. Por esta razón, es importante priorizarlos para enfocar los recursos en los riesgos más críticos. Este paso se puede realizar a través de la creación de una matriz de riesgos que los clasifique según probabilidad e impacto.
Después de priorizar los riesgos, se deben desarrollar estrategias para abordarlos. Las opciones comunes son evitar el riesgo, transferirlo (por ejemplo, a través de seguros), mitigar mediante la implementación de controles y medidas preventivas o aceptar el riesgo si es menor o inevitable. Es indispensable diseñar un plan de acción detallado para cada riesgo, especificando las medidas a tomar, los responsables y los plazos.
Gestionar los riesgos de una empresa es un proceso que requiere de seguimiento. Revisa y actualiza regularmente los riesgos identificados, así como las medidas adoptadas, para asegurar que sigan siendo efectivas. El monitoreo también implica dar continuidad a los indicadores clave de desempeño y la realización de auditorías periódicas para evaluar la efectividad del proceso de gestión de riesgos.
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La pandemia por Covid-19 dejó una gran lección al ecosistema emprendedor: la adaptación. Ante el cierre de los negocios, muchos emprendedores tuvieron que adaptarse, modificar e innovar para encontrar una oportunidad en medio de la crisis.
Para maximizar el alcance de tu emprendimiento, analiza a detalle el concepto único que identifique a tu proyecto. Durante las crisis es importante que tengas en cuenta que puedes:
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Todos los grandes emprendedores han enfrentado desafíos significativos en su camino al éxito. Las dificultades y los fracasos son una parte inevitable del emprendimiento, y es a través de la resiliencia y la perseverancia que se logra el éxito.
Aquí te dejamos algunas frases inspiradoras de figuras notables que han superado obstáculos similares:
Thomas Alva Edison es un gran ejemplo de perseverancia, pues después de múltiples intentos, inventó la bombilla incandescente, el fonógrafo y la cámara de cine.
Esta frase de André Paul Guillaume Gide, escritor francés, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1947, refleja la necesidad de salir de la zona de confort para alcanzar grandes avances.
Henry Ford revolucionó la industria automotriz implementando la cadena de producción moderna. Para lograrlo, definitivamente enfrentó numerosos desafíos al establecer Ford Motor Company.
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Aprender a gestionar los riesgos es una habilidad esencial para los emprendedores. No se trata de evitar los problemas, sino de prepararse para afrontarlos con estrategias bien construidas y una mentalidad resiliente. Los riesgos son inevitables, pero con una identificación adecuada y una gestión efectiva, puedes minimizar su impacto y convertir los desafíos en oportunidades para el crecimiento y la innovación.
En WORTEV, entendemos la importancia de una gestión de riesgos eficiente y estamos aquí para ayudarte. Nuestros especialistas en gestión de procesos pueden guiarte para que identifiques, evalúes y mitigues los riesgos de tu negocio. Con nuestro apoyo, podrás enfocarte en lo que realmente importa: hacer crecer tu empresa de manera segura y sostenible. ¡Contáctanos para mayor información!
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