El pago de impuestos puede generar incomodidad, pero no por evitarlo deja de ser un factor crucial para el crecimiento sano de cualquier negocio. Ya sea por este malestar o por mero desconocimiento, muchos emprendedores arrancan en la informalidad, sin imaginar los inconvenientes que esto genera con el paso del tiempo.
Para que no te pase a ti, lo primero es entender que al generar ingresos, ya sea trabajando para alguien o emprendiendo, los ciudadanos adquirimos obligaciones fiscales. Los impuestos en particular son contribuciones ciudadanas para satisfacer necesidades colectivas, por medio de servicios públicos y otras vías.
No tienen contraprestación directa por parte del Estado, pero su imposición se establece unilateralmente por él y es quien puede utilizar el poder legal para hacerlo cumplir. Existen los impuestos directos, que son pagados por el contribuyente sin intermediarios, y los impuestos indirectos, donde sí hay un intermediario entre el contribuyente y la autoridad fiscal.
Estamos seguros que sin importar qué tan ajeno estás al pago de impuestos, el SAT (Servicio de Administración Tributaria) te suena familiar. No es para menos, se trata del órgano considerado como la máxima autoridad fiscal. Detrás de la famosa broma sobre que es la pesadilla de quien lo conoce, está su gran responsabilidad: cobrar los impuestos.
Para cumplir con esa y otras obligaciones fiscales es importante que los ciudadanos nos registremos ante el SAT. Durante este proceso elegimos la figura fiscal que mejor se adapte a nuestra actividad e ingresos. Al tener un negocio, debes estar muy consciente de ambos elementos para acertar en esta decisión.
Hay personas físicas (individuos que se desempeñan como comerciantes, empleados o profesionistas) y personas morales (que pueden ser una o varias personas físicas que conforman una empresa). Dentro de ambas se despliegan regímenes fiscales, que definen las condiciones fiscales.
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Pyme precavida vale por dos
Si te sientes solo al comenzar a pensar en números y escuchar porcentajes te abruma, empecemos por lo básico, ¡no necesitas convertirte en un experto de la noche a la mañana! Recuerda que lo mejor siempre será contar con una asesoría especializada que respalde la sostenibilidad de tu negocio.
Las pequeñas y medianas empresas (pymes), a diferencia de las grandes corporaciones, a menudo carecen de un plan sólido para gestionar eficientemente sus recursos. Este es un factor que al abordarse correctamente marca la diferencia no sólo para ellas mismas, sino en beneficio de la economía del país.
Las pymes son un pilar clave. Según la Encuesta Nacional sobre Productividad y Competencia de las micro, pequeñas y medianas empresas, éstas contribuyen al 78% del empleo en el país. Por ello, es preocupante que no realicen una planificación adecuada ni cuenten con personal capacitado para manejar sus obligaciones fiscales y responder al sistema tributario.
Evitar el pago de impuestos puede poner en riesgo tu estabilidad financiera. Para iniciar puedes seguir estos pasos:
Análisis: conocer en qué situación está la empresa, el flujo de ingresos y gastos.
Diagnóstico: evalúa los escenarios que pueden afectar o impulsar la empresa. La recomendación es contemplar el peor escenario para evitar un riesgo.
Alternativas: analiza cada una de las opciones que puedes implementar en tu empresa para cumplir tus obligaciones sin afectar tu liquidez.
Implementación: con apoyo del personal capacitado pon en marcha tu plan fiscal.
Evaluación: se trata de estar monitoreando la estrategia y hacer los cambios en caso de ser necesario.
Personas físicas y personas morales: diferencias en el pago de impuestos
La planificación y participación de personal experto asegurará el cumplimiento adecuado de tus obligaciones fiscales sin poner en riesgo la estabilidad financiera de tu empresa.
Para cada figura fiscal existen diferentes fechas y obligaciones que no puedes pasar por alto, a continuación, te presentamos cada una:
Obligaciones fiscales de las personas morales
De acuerdo con Guillermo Mendieta, integrante de la Comisión técnica de auditoría fiscal del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), lo más importante para una pyme debe ser tener en orden su situación financiera como persona moral.
Ya mencionamos que no todos los contribuyentes enfrentan las mismas obligaciones fiscales, estas condiciones las estipulan los regímenes. Para las morales hay tres opciones:
- Régimen General
- Régimen Simplificado de Confianza (RESICO)
- Régimen con Fines no Lucrativos
Te recomendamos: Régimen Simplificado de Confianza (RESICO): ¿cuáles son los beneficios para las pymes?
En el Régimen General, podemos hablar de al menos 7 obligaciones básicas:
- Inscripción en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC).
- Expedición de facturas electrónicas.
- Llevar la contabilidad electrónica.
- Presentar pagos provisionales y definitivos de los impuestos.
- Presentar declaraciones informativas anuales y en caso necesario, presentar la declaración Informativa Múltiple.
- Determinar la utilidad fiscal y PTU (Participación de los Trabajadores en las Utilidades) cada año.
- Retención de impuestos y pago de contribuciones fiscales.
El pago de impuestos depende de la actividad del negocio y los productos que comercializa. Sin embargo, hay tres tipos muy importantes para estas figuras:
Impuesto sobre la Renta (ISR)
Aplica a los ingresos obtenidos por actividades económicas o patrimonio personal.
Impuesto al Valor Agregado (IVA)
Afecta el consumo de bienes o servicios; se traslada a terceros y termina en el consumidor final.
Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS)
Recae sobre el consumo y se traslada o cobra a los clientes. La carga tributaria no impacta directamente a los negocios.
Cada mes, antes del día 17, las pymes deben hacer su presentación de declaraciones de ISR y de IVA. En las declaraciones mensuales se deben considerar el ISR retenido por conceptos de salarios y una vez al año pagar impuestos locales y estatales.
Otros impuestos relevantes para las empresas son:
Impuestos Generales de Importación y Exportación (IGIE)
Regulan la entrada y salida de mercancía en México.
Impuesto predial
Reconoce la posesión de un inmueble.
Impuesto sobre nómina
Esta contribución especial corresponde a la deducción entre el 1% y el 3% del porcentaje de la nómina total.
Obligaciones fiscales de las personas físicas
Para el pago de impuestos de personas físicas, existen requisitos previos. En primer lugar, la inscripción en el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) y la actualización constante de datos como domicilio, inicio, pausa o cese de actividades. Además, es crucial contar con el Buzón Tributario para recibir notificaciones, requerimientos y realizar trámites.
Otro punto clave es la emisión de comprobantes electrónicos, específicamente el Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI). Es un documento esencial para respaldar las actividades comerciales de manera válida.
Dependiendo del régimen para personas físicas en el que se tribute, cambian algunas obligaciones básicas:
- Para Sueldos y salarios e ingresos asimilados a salarios está la norma de declarar anualmente sus impuestos cuando obtienen ingresos mayores a 400 mil pesos o trabajaron para dos o más patrones en el mismo año.
- En el Régimen de Actividades Empresariales y Profesionales es fundamental expedir recibos de honorarios, presentar declaraciones mensuales y anuales, y presentar mensualmente la Declaración Informativa de Operaciones con Terceros (DIOT).
- Dentro del Régimen de Incorporación Fiscal se debe presentar ingresos, egresos, inversiones y deducciones del ejercicio correspondiente. Así como expedir comprobantes fiscales al realizar una venta, llevar la contabilidad, presentar declaraciones de manera bimestral.
- Quienes son parte en el Régimen de Arrendamiento, están obligados a facturar electrónicamente cada vez que se realice una renta. También a presentar declaraciones mensual o trimestralmente ante el SAT, mensualmente la DIOT (Declaración Informativa de operaciones con Terceros) y una declaración definitiva anualmente.
¿Qué pasa si intentas evadir el pago de impuestos?
El cumplimiento puntual de las obligaciones fiscales es una estrategia vital para escalar todo negocio. Pues en caso de no responder a ellas se pueden desencadenar consecuencias financieras, que van desde recargos e intereses moratorios hasta embargos de bienes.
De hecho, si una pyme no cumple con el pago de impuestos, el SAT lo solicita primero con una carta invitación. Envía un mensaje al contribuyente para invitarlo a ponerse al corriente. Ahora, si no se atienden las cartas invitación, se procede a aplicar una multa y se acumulan estos pagos: impuesto corriente, recargos, actualizaciones y multa.
Cuando después de las primeras dos etapas el negocio continúa con una actividad comercial, el SAT interviene y congela sus cuentas para evitar que se sigan realizando cobros y pagos. En este punto, es posible hasta embargar algunos bienes para retener el pago de impuestos.
Cumplir con las obligaciones fiscales va más allá de evitar problemas, se extiende a una legalidad que abre la puerta a nuevos clientes, brinda seguridad a tus socios comerciales y te permite aspirar a levantamiento de capital, financiamientos y créditos. Posiciona favorablemente a tu empresa.
5 básicos para la estrategia fiscal de tu empresa
La asesoría especializada para tu empresa, no es un gasto extra sino una inversión necesaria para construir una cultura fiscal que te permita crecer. Por medio de ella, tendrás la posibilidad de comenzar a operar como las grandes empresas: bajo un plan que te permita cumplir con tus obligaciones.
De acuerdo con Guillermo Mendieta, del IMCP, no hay una regla generalizada para tener una estrategia fiscal, ya que cada pyme tiene necesidades, gastos y costos particulares. Así, la mejor solución es encontrar un plan conforme a los requerimientos de una empresa como un traje hecho a la medida.
El especialista recomienda tener en cuenta los siguientes elementos:
1. Finanzas sanas
Lleva un control de todos los gastos e ingresos de la empresa. Evita además, utilizar la totalidad de los ingresos como ganancia.
2. Registro ante el SAT
Una parte primordial es que la empresa esté dada de alta ante la autoridad fiscal, además de contar con la facultad de emitir facturas, esto evitará tener que pagar multas futuras.
3. Sin doble contabilidad
Llevar un correcto control de las cuentas bancarias ligadas a la operación de la pyme. Una práctica común entre las pequeñas y medianas empresas es dar de alta sólo una cuenta bancaria ante el fisco.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores envía las cuentas que tengan registradas en los últimos 5 años, por ende, el SAT tiene acceso a todas las cuentas bancarias a nombre de la persona física o moral.
4. Control interno
Una organización debe tener control de su nómina, ingresos, egresos, registros de inventarios y almacenes. De lo contrario puedes caer en “supuestos” que pueden impactar en el costo final del producto o servicio.
5. Alta de trabajadores en nómina
Llevar el control de tus trabajadores, organizar días de descanso, contemplar riesgo de trabajo e incapacidades, te permitirá evaluar los movimientos financieros con la intención de identificar deducibles.
Con estos pasos puedes tener una planeación fiscal más acorde a tu empresa, mejorar márgenes de utilidad y responder al pago de impuestos que estés obligado a realizar.
Deducir impuestos: ¿mito o realidad?
Aunque la deducción de impuestos a menudo es vista como un mito, la realidad es que sí existe. Aprovechar esta posibilidad puede marcar la diferencia del pago de impuestos para tu empresa. Partamos del acercamiento más amable: los gastos directamente vinculados a tu actividad empresarial pueden ser deducibles.
Los gastos deducibles son aquellos que pueden restarse en tu declaración de impuestos. Bajo la ley del ISR, las personas morales tienen la posibilidad de aminorar los gastos necesarios para la operatividad del negocio. Eso sí, los deducibles varían a partir del sector y giro en el que se desarrollan.
Te hemos mencionado que la asesoría de expertos es clave y para este punto no es la excepción. El orden y registro de los gastos son un reto, donde resalta la importancia de establecer un proceso adecuado para controlar los egresos. Incluso los gastos fijos mensuales o bimestrales entran en juego.
Aprende sobre: ¿Cómo constituir una empresa?
Recuerda, para que un gasto sea deducible debe:
- Ser necesario para la actividad económica
- Estar debidamente justificados y registrados en facturas legales.
Su planificación y comprensión detalladas son necesarias para pasar del mito a la realidad tangible de las capacidades económicas de tu negocio.
Entender que al generar ingresos adquirimos obligaciones fiscales es el primer paso para hacer frente al pago de impuestos, lograr estabilidad financiera formal y establecer nuevas metas. Considera que el gasto público es financiado por los impuestos y sostiene servicios esenciales, por lo que es momento de empezar a pensar en el SAT como un socio que impulsa el bienestar colectivo.
Los negocios como el tuyo son pilares económicos en nuestro país y en WORTEV lo sabemos. Por eso, contamos con un equipo especializado para manejar tus obligaciones fiscales con planificación y evitando consecuencias desfavorables. ¡Hagamos que el pago de impuestos no sea un dolor de cabeza!
*Con información de Paulina Portillo, Evelin Villarello y Marcia Chi