La escasez de agua representa para una quinta parte de la población mundial el desafío más grande para su desarrollo socioeconómico. Y México es uno de los países que atraviesa por esta situación.
En los años recientes enfrentamos el almacenamiento de agua más bajo registrado en las principales presas del Sistema Cutzamala. Si bien, más del 80% del país sufre graves sequías, de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), ese no es el único problema. Por ejemplo, en el Valle de México se reconoce la mala calidad, el acceso inequitativo, la construcción en áreas de conservación y una mala gestión, como factores que inciden en la problemática.
Para recuperar y darle un manejo adecuado a la escasez de agua, organismos como Unesco, Greenpeace y la ONU recomiendan tres acciones:
Utilizar tecnología para aprovechar aguas residuales, impulsar proyectos de captación de agua de lluvia y mejorar la gestión de agua para reducir la inequidad. Además de promover campañas de concientización para su cuidado.
Una empresa mexicana que se ha especializado en combatir la escasez de agua con el uso de la tecnología es ionAg+. Como su mismo nombre lo dice, utiliza iones y plata (cuyo símbolo químico es Ag) para purificar agua corriente y residual.
ionAg+ ante la escasez de agua
Esta empresa originaria del Estado de México fue fundada en 2014 a partir de REMA Water Solution, una empresa B2B dedicada a la fabricación y comercialización de plantas tratadoras de agua desde 2002. Sus fundadores Alexis Ortega y José Matas vieron de cerca esta problemática y comenzaron a trabajar en una solución para llevar estos sistemas a comunidades rurales.
Para cumplir con este objetivo, necesitaban a alguien que no solo conociera la tecnología, sino que también, tuviera la sensibilidad para tratar desde el lado humano con los habitantes de las comunidades. El candidato ideal fue Marco Sandoval, quien ya había trabajado en REMA durante sus años de estudiante para pagar su licenciatura en Psicología.
El proyecto de ionAg+ encantó a Marco, pues tendría la posibilidad de ayudar y al mismo tiempo contribuir a la solución de uno de los problemas más apremiantes para el país, como la escasez de agua. Esta motivación se remonta a su niñez. “Recuerdo cómo mi mamá siempre ayudaba a la gente como pudiera, algunas veces juntaba ropa y la llevaba a zonas donde la necesitaban, de ahí me inspiró a siempre ayudar”, recuerda.
Desde la creación de ionAg+, el psicólogo se desempeña como director de Proyectos Especiales. Incursionar como emprendedor social llevando sistemas de purificación de agua representaba un reto porque antes de presentar la tecnología (que ya tenían controlada), había que entender contextos sociales y culturales como los usos y costumbres de cada comunidad.
En ese entonces, Marco tenía 26 años y su primera asignación fue recorrer el país para llevar el proyecto a regiones rurales que padecen escasez de agua.
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¿En qué consiste esta tecnología?
Como ya lo adelantábamos, la empresa tiene patentado un sistema de desinfección de agua. Su producto no requiere de químicos, cloro o electricidad para cumplir su propósito y se instala en tanques de agua de cualquier capacidad. “La intención de hacerlo con estas características fue porque existen localidades sin electricidad y sin acceso a agua entubada”, comparte Marco.
La tecnología de ionAg+ consiste en la utilización de nanotecnología e ionización de plata con carga electromagnética. Después de determinado tiempo, las esferas bio-cerámicas que contiene el dispositivo hacen una reacción electromagnética que acaba con parásitos, virus y bacterias contenidos en el agua en un 99.9%, sin dosificar ningún químico o tóxico.
En un tanque de 450 litros, el proceso de desinfección tarda dos horas, mientras que, en un tanque con capacidad de 5 mil litros, el tiempo de desinfección alcanza seis horas, aproximadamente. A diferencia de un filtro, este dispositivo no tiene entrada ni salida de agua, “es un sistema que se mantiene suspendido en el agua”.
Es un sistema modular de esferas en bloques que, a manera de Legos, se van a apilando conforme aumenta la capacidad de agua en el tanque. Este sistema tiene una vida útil de entre 25 y 30 años, sin necesidad de cambiarse. “Llegar a esta solución nos tomó más de dos años de investigación y pruebas”, recuerda Marco, ya que se identificaban posibilidades de mejora en diseño y funcionalidad.
Posteriormente, tardaron un año y medio más para recibir la certificación por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ya que no existía algo igual. Uno de sus primeros clientes fue el DIF en sus comedores comunitarios. “Ellos recolectaban el agua y luego la ponían a hervir”, un proceso lento que, además, implicaba gastar en luz o gas.
Los retos de ser una empresa social
Una vez que obtuvieron la certificación, todo auguraba un éxito. No contaban con otro reto que tenían que sortear, como los detractores. “Otro de los primeros retos fue identificar había líderes comunitarios con afiliación política y querían condicionar el proyecto a eso”, comparte Marco. Por lo que era complicado hacer llegar su sistema a quienes realmente lo necesitaban.
Tras varios meses de búsqueda, lograron instalar los primeros sistemas en la región mazahua del Estado de México, que abarca municipios como Atlacomulco, San Felipe del Progreso, Villa Victoria y Valle de Bravo. “Ahí empezamos a trabajar muy bien, poco a poco fuimos moviéndonos hacia el sur”.
Esto lo decidieron después de investigar que en el centro y sur del país se conjugaban diversos problemas ante la escasez de agua: “Es una de las regiones con mayor pobreza y con menor saneamiento de agua, pero también es donde más precipitación pluvial existe”, comparte Marco. Así que la segunda zona de cobertura fue Veracruz y Chiapas.
Poco a poco ionAg+ se comenzó a convertir aún más en una empresa social. A partir de este descubrimiento, diseñaron un sistema de captación de agua de lluvia con la misma tecnología de desinfección, que garantizaría el abasto de agua durante siete meses aproximadamente.
Si bien, el tema del agua se convierte en un tema en el que interviene el gobierno y políticas públicas, cada día son más esfuerzos de fundaciones o asociaciones que tratan de reducir la escasez de agua, con quienes ionAg+ ha logrado alianzas.
A través de programas sociales públicos y privados, actualmente han instalado 17 mil sistemas de desinfección que impactan a un promedio de 85 mil personas del centro y sureste de México.
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Las soluciones rurales se trasladan a la ciudad
Si bien, ionAg+ nación para abrir el acceso al agua potable de comunidades rurales, la escasez de agua en las ciudades ha obligado a llevar esta ecotecnología a la Ciudad de México. De acuerdo con Marco Sandoval, la CDMX ocupa el octavo lugar en las próximas ciudades que se quedarán sin agua. “Se calcula que en 25 años ya no habrá agua en la ciudad”, confirma.
Ante esta necesidad, alcaldías y municipios del Valle de México han impulsado la instalación de sistemas de desinfección. En los últimos años han instalado 650 sistemas en Nezahualcóyotl, Álvaro Obregón y Venustiano Carranza. “Son localidades en las que a pesar de tener una red continua de agua no llega suficiente o es de mala calidad”.
En México son de 12 a 14 millones de personas que padecen ya la escasez de agua. El nicho es muy grande, pero también lo es el reto. “Ni juntando a todas las empresas que nos dedicamos a esto podremos cubrir la necesidad que existe”, asegura Marco.
Agua de calidad = felicidad
Para fortalecer el proyecto, ionAg+ creó la fundación Water For Happiness, en donde Marco se desempeña como cofundador y vicepresidente. La intención es unir los esfuerzos sociales con la implementación de las soluciones de la empresa. “Habíamos enfocado muchos esfuerzos en resolver la tecnología, pero hacía falta darles seguimiento a los proyectos instalados. No solo instalarlos e irnos”, cuenta Marco.
A pesar de ser un sistema que no se puede retirar y no requiere mantenimiento, también era importante conocer su impacto. “Al darle seguimiento, tenemos la posibilidad de incursionar con programas educativos como talleres de concientización”.
Tras la creación de Water For Happiness, existe un 85% de éxito en la concientización sobre la escasez de agua en las comunidades donde tienen presencia. A través de la fundación promueven los donativos a través de diversas campañas. El objetivo es llevar sistemas de captación de agua, baños secos y bebederos, por mencionar algunos, de manera directa a familias de diferentes localidades.
Para un mejor monitoreo de las instalaciones, Water For Happines desarrolló una app que permite conocer las condiciones de uno de los sistemas instalados, así como a los beneficiarios. “A cada sistema de captación le damos un código QR exclusivo que permite geolocalizarlo y conocer cuántas personas lo utilizan”.
Aún queda mucho camino por recorrer
En coordinación, ionAg+ y Water For Happiness han contribuido a que casi 100 mil personas garanticen el acceso a agua de calidad. Una cifra que aún parece mínima ante la magnitud del problema de la escasez de agua. La recomendación de Marco Sandoval es combatir las ideas sobre el agua embotellada (que aseguran que es de mejor calidad) y apostar por utilizar tecnologías que brindan la posibilidad de acceder de forma más sencilla y económica a agua de calidad.
Actualmente ionAg+ cuenta con la certificación UL (Underwriters Laboratories). Garantiza que su producto cumple con estándares de seguridad y calidad para distribuirse en Estados Unidos y Canadá, lo que también le permite competir a nivel mundial. Por ejemplo, en India, donde ya buscaron a la empresa para instalar estos sistemas en algunas ciudades.
Marco Sandoval formó parte de nuestro panel de speakers en el evento WORTEV Rise Day “Emprender con propósito”. Revive la participación de este emprendedor aquí y conoce sus recomendaciones para emprender con éxito una empresa de alto impacto.