Contenido
- Los unicornios mexicanos surgen pese a la crisis
- El ecosistema emprendedor mexicano antes de los unicornios
- Inversión, combustible para potenciar las startups latinoamericanas
- La pandemia, ¿un detonante de unicornios?
- ¿GBM es un unicornio?
- Los unicornios mexicanos se reproducirán en los próximos años
- De startup a unicornio
- Los unicornios tienen diferentes destinos
- Cuáles serán los próximos unicornios mexicanos
- Las pymes también pueden recibir capital y escalar
Kavak ha sorprendido dos veces al ecosistema emprendedor mexicano. Primero, en octubre de 2020, cuando en medio de la crisis por la pandemia se convirtió en el primero en la lista de los unicornios mexicanos. Luego, en abril de 2021, al incrementar su valoración a 4 millones de dólares y subirse al top tres de unicornios más valiosos de Latinoamérica, sólo después del brasileño Nubank y por encima de la colombiana Rappi. Y lo refrenda al alcanzar una valuación de 8,700 millones de dólares gracias a su serie E por 700 mil dólares este septiembre.
La startup de compra y venta online de autos seminuevos que fue fundada en México en 2016 por los venezolanos Carlos y Loreanne García Ottati y Roger Laughlin, empezó a sembrar la semilla para que más startups alcanzaran una valoración de mil millones de dólares y se convirtieran en unicornio. Kavak demostró que los inversionistas extranjeros pueden confiar en los emprendimientos mexicanos.
Este hecho representó “un hito importante para Kavak y para el ecosistema emprendedor en México”, compartió Federico Ranero, su COO, en abril, cuando se anunció su inversión serie D liderada por D1 Capital Partners, Founders Found, Ribbit y BOND, que cuadruplicó su valor en cuestión de meses.
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Los unicornios mexicanos surgen pese a la crisis
En 2021 más noticias de nuevos unicornios llegaron al ecosistema emprendedor mexicano. En mayo, Bitso se convirtió en el segundo unicornio mexicano con una valoración de 2.2 mil millones de dólares gracias a la inversión serie C por 250 millones de dólares. Participaron los fondos Tiger Global, Coatue, Paradigm, BOND & Valor Capital Group. Esta plataforma de intercambio de criptomonedas que ha democratizado la inversión en divisas digitales fue creada en 2014 por Pablo González, Ben Peters y Daniel Vogel.
Un mes después, la startup de pagos digitales, Clip, recibió una inversión de 250 millones de dólares de SoftBank y Viking Investment. Así se convirtió en el tercer unicornio mexicano al alcanzar una valoración de 2 mil millones de dólares. Fundada en 2012 por Adolfo Babatz y Vilash Poovala, es pionera en el ecosistema de tecnologías financieras en el país y la región. Babatz rompió paradigmas al identificar la necesidad de que pequeños empresarios pudieran aceptar tarjeta y buscó cubrirla.
En el segundo trimestre de 2021, las empresas tecnológicas con sede en Latinoamérica lograron atraer 7,200 millones de dólares estadounidenses en inversiones de capital. Más de tres veces lo recaudado entre enero y marzo de este año, según el informe State of Venture Report de CBInsights.
Recientemente, a finales de septiembre, la fintech mexicana Konfío se convirtió en unicornio al recibir una ronda de financiamiento serie E de 110 millones de dólares de fondos como Tarsadia Capital, QED Investors, Softbank, VEF, Kaszek Ventures, IFC y Lightrock. Con esto alcanzó un valor de 1.3 mil millones de dólares.
El ecosistema mexicano emprendedor está en uno de sus mejores momentos, pese a la crisis económica derivada de la pandemia por Covid-19. Este entorno positivo es resultado de dos factores: la madurez del ecosistema y, como consecuencia, la llegada de inversionistas extranjeros.
El ecosistema emprendedor mexicano antes de los unicornios
México fue lento en la carrera por conseguir un unicornio. Sudamérica le aventajó, principalmente Brasil, que es líder en la generación de estos emprendimientos. Denis Yris, director general de WORTEV, opina que el ecosistema emprendedor en México ha avanzado lento porque no ha tenido la capitalización de otros países han tenido, por ejemplo, los sudamericanos.
La causa, explica Yris, es que anteriormente los fondos de capital privado de Estados Unidos y Canadá se llevaban a sus países los proyectos mexicanos para desarrollarlos allá. En cambio, cuando invertían en países sudamericanos no trasladaban los proyectos debido a la lejanía. Por eso allá hay más unicornios.
Además, México tiene la limitante de contar con pocos fondos de capital privado que invierten en etapas tempranas. Mientras en el país hay menos de 150 fondos de capital (de los cuales sólo hay alrededor de 20 activos en el tema de capital emprendedor), en Estados Unidos hay más de 8 mil, contrasta Yris.
“Antes la inversión era comúnmente de friends and family y la posibilidad de éxito era bajísima”, dice Juan Laresgoiti, socio líder de fintech en Deloitte para América Latina. “Ahora, con los inversionistas institucionales, además del capital, los emprendedores reciben una guía de hacia dónde deben ir, eso aumenta su probabilidad de éxito”.
Los cambios no han sido rápidos. En los últimos sexenios de los presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto se sentaron las bases para que emprender fuera atractivo, añade José Antonio Tame, catedrático del Tecnológico de Monterrey.
“A pesar de que en el sexenio de López Obrador desapareció el Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), ya se traía una sinergia y se habían fortalecido los ecosistemas en los estados. Por ejemplo, el Estado de México o Jalisco siguen teniendo un instituto emprendedor o una Secretaría de innovación”, afirma Tame.
Inversión, combustible para potenciar las startups latinoamericanas
Los tiempos en los que había poco acceso a capital han terminado. “La inversión ha crecido de manera nacional e internacional, ahora vemos a grandes fondos americanos llegar a Latinoamérica”, señala Juan Laresgoiti, de Deloitte.
Y no sólo los fondos americanos, también los asiáticos han hecho su incursión en América Latina. Softbank tiene un fondo por 5 mil millones de dólares destinado a la región. “Softbank impulsó al primer unicornio mexicano, Kavak, y, como consecuencia, Estados Unidos y Canadá empezaron a visualizar eso y vino un efecto dominó con Bitso y Clip”, afirma Yris.
Yris analiza que la participación de los asiáticos despierta un ambiente competitivo con fondos norteamericanos. Esto representa una oportunidad para impulsar el ecosistema emprendedor mexicano.
Alejandro Ibarra, socio de finanzas corporativas en Deloitte es tajante: “Si hubieran existido sólo los venture capital tradicionales mexicanos en ningún momento hubiéramos llegado a las valuaciones de unicornios”.
Softbank es un común denominador de los unicornios mexicanos. El fondo está esparciendo sus recursos por toda la región buscando a su siguiente inversión.
El unicornio brasileño Gympass recibió inversión de Softbank en 2019 y en 2021. João Barbosa, uno de sus fundadores, asegura que América Latina está en un momento muy particular porque están surgiendo unicornios en Brasil, Colombia y México. “Pienso que se ha trabajado en los últimos 10 años para tener empresas que están resolviendo grandes problemas y que están demostrando que son escalables y que pueden llevar sus soluciones a otros países”.
Esto, opina Barbosa, atrae la confianza de grandes inversionistas, como Softbank, que antes sólo miraban al mercado europeo o al estadounidense.
En los últimos 5 años ha habido un boom de inversionistas gracias a la combinación de: materia prima, un gran mercado y venture capital, agrega Laresgoiti. Y continuarán surgiendo las inversiones y los unicornios.
La pandemia, ¿un detonante de unicornios?
Los emprendimientos con naturaleza tecnológica se fortalecieron durante la emergencia sanitaria por la Covid-19, pues el mundo se volcó a lo digital. Este factor se añadió a la madurez del ecosistema emprendedor y al interés de los fondos de inversión en México.
“Con las nuevas condiciones se da el caldo ideal, hoy hay rondas de entre 200 y 250 millones de dólares de fondos internacionales, pero también nacionales que están subiendo de nivel”, afirma Alejandro Estrada, autor del libro Entre Unicornios, Jaguares, Serpientes y Escaleras, y fundador y managing partner de la firma de inversiones de capital de riesgo Catorce Venture LLC.
Laresgoiti, de Deloitte, considera que “a raíz de la pandemia todo se aceleró en 3 años porque todo mundo está buscando cómo hacer las cosas diferentes y digitales”, por lo que muchos emprendedores están intentando ser más innovadores que nunca.
Los unicornios mexicanos han logrado esta valoración en medio de la pandemia por el tipo de servicio tecnológico que prestan y el potencial que representan, como Kavak y Clip, que encajan muy bien con la pandemia, asegura Laresgoiti.
“Vimos cómo se empezaron a dar más transacciones electrónicas, la compra de autos usados creció en la pandemia, no así la de autos nuevos. Se fueron dando condiciones que lograron que estas compañías llegaran a esos niveles de valoración”, añade Tame. El catedrático del Tec de Monterrey resalta que muchas startups crecieron durante la pandemia a tasas que no se hubieran imaginado, resultado de un trabajo de años posicionándose en el mercado.
En medio de la crisis, estos factores fueron los que impulsaron a Kavak, Bitso y Clip para convertirse en los primeros unicornios mexicanos. Algunos agregarían a esta lista a GBM, sin embargo, podría no encajar en la definición estricta de unicornio.
¿GBM es un unicornio?
A inicios de junio el grupo bursátil GMB anunció una inversión de 150 millones de dólares del fondo japonés SoftBank, con la que alcanzó una valuación de mil millones de dólares. No obstante, hay un debate respecto si se puede considerar un unicornio o no, ya que rigurosamente el término es aplicable a empresas que no cotizan en bolsa.
“Un unicornio debe estar visualizado como un proyecto que no trae un respaldo inicial, que no viene impulsado por un corporativo”, explica Yris.
De otra manera tendríamos en la lista de unicornios mexicanos también a las empresas tecnológicas Softtek y Kio Networks. Ambas empresas tienen una valoración superior a los mil millones de dólares, aunque no son startups.
Como referencia, Soriana, Chedraui o La Comer, después de décadas en el mercado, tienen un valor cercano a mil 500 millones de dólares cada una. Pero no son unicornios, sólo empresas valiosas y rentables.
Bajo esta lógica GBM no entra en la lista porque no es una startup, es un grupo bursátil y es una empresa pública.
El académico José Antonio Tame ahonda en que si GBM cotiza en bolsa, ya no coincide con la definición más común de un unicornio. “Quizá algunos le dan esta característica porque, aunque GBM ya tiene 30 años en el mercado, decidió en los últimos años volverse cien por ciento digital y fueron de los primeros que comenzaron a hacer desarrollo fintech”.
Para Laresgoiti, cualquier empresa tecnológica que llegue a una valoración de mil millones de dólares debe tener el reconocimiento de unicornio sea pública o privada. Y en el caso específico de GBM, “es un ejemplo de cómo transformar una empresa sumamente tradicional con un componente tecnológico sumamente disruptivo”.
Softbank no hubiera invertido en GBM si no tuviera un diferenciador tecnológico, añadió el experto de Deloitte.
Los unicornios mexicanos se reproducirán en los próximos años
Los emprendedores mexicanos han demostrado que sus startups son escalables. Alejandro Estrada, inversionista de capital de riesgo en Catorce Venture LLC, considera que es muy probable que emerjan otros tres unicornios de aquí al final del año.
Pese a estar en medio de la pandemia, el también experto en unicornios en América Latina opina que la mitad de las startups jaguares se convertirán en unicornios, es decir, aquellas que ya no se preocupan por sobrevivir y están en búsqueda de capital para expandirse.
Esta reproducción de unicornios se dará porque los inversionistas ahora confiarán e invertirán más en startups prometedoras. “Con la entrada de los fondos asiáticos se espera un efecto dominó, ahora los fondos de Estados Unidos y Canadá van a invertir en México, viene una explosión de fondos de venture capital”, analiza Yris.
Pero no fue fácil la tarea de convencimiento. “A veces como inversionistas hacemos un sobreanálisis de la startup y pensamos: ‘¿cómo Clip va a competir con los bancos cuando son muchas veces más grandes?’ y Clip era un segmento muy pequeño, y era difícil saber si valía 500 millones de dólares o 2 mil”, comenta Estrada.
Los unicornios mexicanos encontraron el camino, mostraron que tienen potencial y salieron de México hacia Argentina y Brasil.
Los unicornios seguirán reproduciéndose no sólo en México, sino en toda América Latina. João Barbosa, cofundador del unicornio fitness Gympass, considera que la región ya pasó por un proceso de maduración del mercado, de desarrollo de talento con aspiraciones de emprender y de oferta de capital.
Estrada apunta que quienes invirtieron en Kavak, en MadeiraMadeira de Brasil y en Cornershop de Chile apostaron por una combinación de talento, timing, mercado y un poquito de suerte.
De startup a unicornio
El camino está lleno de altibajos. El cofundador de Gympass, João Barbosa, recuerda que pivotaron más de una vez su modelo de negocio antes de consolidarlo y convertirse en unicornio en 2019, cuando recibieron una ronda de inversión liderada por Softbank.
En los primeros tres años hubo varios cambios. Gympass inició como un B2C haciendo venta de pases diarios para los gimnasios, pero no resultó rentable.
“Al inicio casi tiramos la toalla. No teníamos dinero para continuar con la operación”, comparte Barbosa.
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Entonces cambiaron su modelo por una membresía con acceso universal a gimnasios, pero eso ocasionó el descontento de los dueños de estos establecimientos, recuerda Barbosa. Fue entonces cuando surgió la membresía corporativa para que los colaboradores pudieran ir a los gimnasios cerca de su domicilio.
“Así tuvimos una tasa de retención muy buena y llevábamos más usuarios para los gimnasios”, todos se beneficiaron con este modelo de negocio. Eso les permitió expandirse a México en 2015, a España, Italia, Inglaterra, Francia y Alemania en 2016 y a Estados Unidos en 2017.
“Hemos tenido una gran evolución hasta llegar al modelo de negocio actual”, asegura Barbosa que, junto a su equipo, ha llevado Gympass a 55 mil gimnasios y 3 mil corporativos a escala global.
“Siempre tuvimos el sueño y la ambición de cambiar la vida de la gente y llevar Gympass a diferentes países. Pero cuando empezamos no entendíamos la magnitud de lo que significa ser un unicornio”, se sincera Barbosa.
Hoy varios fondos de inversión confían en el potencial de Gympass, en junio de 2021 aumentó su valoración a 2.2 mil millones de dólares en una ronda E que incluyó, nuevamente, a SoftBank, General Atlantic, More Strategic Ventures, Kaszek Ventures y Valor.
Los unicornios tienen diferentes destinos
Las startups reciben capital de los fondos por dos razones: por la posibilidad de que se vuelvan rentables o la oportunidad de vender la compañía. También está el camino de convertirse en una empresa pública y con eso, se acaba el estatus de unicornio.
Estrada identifica 25 unicornios en Latinoamérica en su libro Entre Unicornios, Jaguares, Serpientes y Escaleras. Pero el número se modifica constantemente. El también inversionista asegura que “el panorama va cambiando, así como entraron cuatro nuevos unicornios en América Latina en estos cuatro meses, salieron tres; uno fue adquirido por una compañía americana y otros dos hicieron su oferta pública, entonces eso va avanzando”, afirma.
Compra de la startup, el caso del unicornio chileno Cornershop
En junio de 2021 Uber compró totalmente a Cornershop, una startup de delivery chilena que se convirtió en el primer unicornio de su país. Esta transacción fue la que le impulsó a este estatus. En 2015 debutó con un valor de 8 millones de dólares. La ahora llamada Cornershop by Uber vale 3 mil millones de dólares y a 12 meses de trabajar con Uber ya sumó 27 ciudades.
Cornershop llegó a México en 2016 a la capital, Monterrey y Guadalajara con Chedraui, City Market y tiendas de especialidades y orgánicos.
“La recepción de la gente ha sido muy buena, la penetración del e-commerce de 2010 al 2016 ha avanzado de manera impresionante. Las empresas como Uber y Amazon están empujando al mercado mexicano a comprar por e-commerce”, me dijo Daniel Undurraga cuando estaba haciendo la promoción de su startup.
En ese entonces Undurraga no se imaginaba, quizá, que la empresa que tanto admiraba, Uber, compraría la startup que fundó con Oskar Hjertonsson y Juan Pablo Cuevas. En 2016, me compartió, sólo el 0,2% de las compras de supermercado eran online. “Es un número muy bajito, pero va a crecer muchísimo, yo creo que 50 veces o más en los próximos años. En 10 años el porcentaje de ventas será del 20%, eso no va a ocurrir de un año para otro”, pronosticaba.
A 5 años, y debido al distanciamiento social por la pandemia de Covid-19, el 60% de los mexicanos hace compras de supermercado online, de acuerdo con el 16° estudio sobre los hábitos de los usuarios de internet en México 2020, elaborado por la Asociación de Internet MX (AIMX).
Salida a bolsa, el caso de Duolingo
La popular app para aprender idiomas hizo su debut en bolsa en julio de este año. La startup creada por el guatemalteco Luis Von Ahn y el suizo Severin Hacker obtuvo una valoración de 6,500 millones de dólares en su debut en Nasdaq. Sus acciones abrieron casi 39% por encima de su precio de oferta: 141.4 dólares por acción.
Previamente, en 2019, esta startup educativa recaudó una valuación de 1.5 mil millones de dólares después de cerrar una ronda de financiación Serie F de 30 millones de dólares de CapitalG, el fondo de inversión de capital de crecimiento de Alphabet y de un inversionista de la compañía.
“Cuando tú inviertes en etapa temprana en un unicornio y sale a Bolsa te da a ti como inversionista una revalorización de 10 a 15 veces lo que invertiste y de eso tenemos 1 de cada 20”, analiza Estrada.
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Duolingo era de los pocos unicornios en el tema de la educación, sin embargo, Estrada opina que esta área va a seguir creciendo muy fuerte por lo que podría surgir un unicornio en este ámbito próximamente.
Cuáles serán los próximos unicornios mexicanos
Denis Yris, fundador de WORTEV, comenta que durante la pandemia el venture capital ha invertido sobre todo en proyectos de tecnología, en tecnologías de la información, biotecnologías y tecnologías renovables. Justo ahí podría encontrarse el próximo unicornio mexicano.
Estrada agrega que en las empresas de software también puede surgir un unicornio. “A nivel global el 17% de todos los unicornios son de tecnología que tiene que ver con software”, asegura.
El siguiente unicornio mexicano también puede ubicarse en tecnologías financieras. Yris agrega que en México los fondos de venture capital invirtieron en las industrias tendencia, como por ejemplo fintech, sobre todo, en el mercado de préstamos.
Estrada acota que las fintech “sean de pagos, banca, seguros o compra-venta de acciones, representan en América Latina el 35 o 40% de las startups exitosas”. Bajo la misma lógica, Ibarra prevé que en el área fintech vendrán más de un unicornio durante los próximos meses o años. Específicamente en insurtech que va creciendo a tasas muy interesantes, dice.
Un ejemplo en esta categoría es la insurtech Gurus, que recibió a finales de julio una ronda de inversión semilla por 5.8 millones de dólares. La startup permite cotizar, comprar y administrar un seguro automotriz de manera rápida.
Laresgoiti vaticina que el siguiente unicornio mexicano puede ser Credijusto. La fintech compró el banco Finterra y con eso busca convertirse en un neobanco especializado en pymes.
“El próximo unicornio va a venir de los neobancos”, apunta el experto de Deloitte. También tenía en la mira a Kueski y Konfío. (Con este último acertó).
Estrada también considera que además de las fintech, los marketplaces y el comercio electrónico son industrias muy importantes para ver emerger un unicornio próximamente. “La logística también va en boga, como iVoy”, señala.
Jüsto, el favorito para sumarse a los unicornios mexicanos
El supermercado online, Jüsto, es señalado por los expertos como el próximo unicornio mexicano. Aunque fue fundado en 2019 para los conocedores del ecosistema emprendedor podría ser el siguiente en la lista de los unicornios mexicanos.
“Jüsto nos puede dar la sorpresa si de pronto firman alguna alianza o si se dispara la demanda de sus servicios”, advierte Estrada. El experto en unicornios opina que esta startup “está bien fondeada y cuenta con gente muy capaz”.
Tame, del Tec de Monterrey, afirma que “Jüsto acaba de recibir una inversión muy importante de cientos de millones de dólares. Con esta inversión van a llevar su actividad a otras partes de la República mexicana”. En medio del auge del comercio electrónico, hoy el valor del mercado de delivery de comida en México es de 2,164 millones de dólares, según Statista.
Laresgoiti coincide en que esta startup que promete entregas rápidas de productos frescos y de calidad podría ser el próximo unicornio. “A su fundador, Ricardo Weder, le fue muy bien en la pandemia, fue la estrella que recibió financiamiento de Bimbo y Femsa”.
Durante la pandemia Jüsto logró incrementar 16 veces sus ganancias. Actualmente vende más de 5 mil productos a través de su app móvil en Ciudad de México, Querétaro, Guadalajara y, recientemente, Puebla.
El delivery está creciendo rápidamente en un contexto pandémico. Como ejemplo está Rappi, que aumentó su valuación a 5,200 millones de dólares y que actualmente es el tercer unicornio más valioso de América Latina.
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Las pymes también pueden recibir capital y escalar
Con más unicornios en México los fondos de capital confiarán e invertirán más en las empresas mexicanas. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) no están descartadas de este beneficio. También pueden acceder a capital, pero necesitan innovar. “No sólo es tecnología, puedes innovar en tu modelo de negocio, en lo financiero, en mercadotecnia, en cualquier área”, aconseja Denis Yris.
“Las empresas innovadoras están experimentando y probando qué funciona y qué no. Ahí nace la innovación en su modelo de negocio”, dice Yris.
La innovación debe acompañarse de capacitación, un área de oportunidad que estanca a muchos emprendedores, opina Yris.
Muchas pymes y startups aún están en la etapa de validar su modelo de negocio, pero una vez que se adaptan al mercado, empieza su crecimiento acelerado, añade Tame.
Barbosa recuerda que Gympass cambió en dos ocasiones su modelo de negocio. Él aconseja “encontrar un diferenciador y garantizar que puedes llegar a mucha gente con este servicio o producto”. Y agrega que para crecer se necesita “tener un enfoque y una buena ejecución para probar que tu modelo es escalable”.
Quienes lo logran son empresas gacelas, que empiezan a recibir inversiones y a incursionar en otros mercados. Gacela es el término equivalente a scaleup; cuando hay tasas de crecimiento a dos dígitos mensuales, explica Tame.
No hay vuelta atrás. La explosión de unicornios mexicanos comenzó y es cuestión de tiempo para que la inversión de fondos extranjeros y nacionales se coloque en más startups para crear un círculo virtuoso que haga crecer al ecosistema emprendedor y, por tanto, a México.
Actualización: En el último trimestre del 2021 surgieron cuatro nuevos unicornios de origen mexicano. Conoce sus historias aquí: Jokr, Clara, Incode y Merama.
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