La estructura legal de una empresa es el marco jurídico que define cómo se organiza y funciona en el día a dia. Establece las relaciones entre los socios o accionistas, la administración y la propiedad con la que cuenta. La creación de una adecuada estructura legal es crucial para el éxito de una empresa, ya que está intrínsecamente involucrada en varios aspectos como:
- Gobernanza: Establece las normas y procedimientos para la toma de decisiones dentro de la empresa.
- Fiscalización: Cómo se presenta la empresa ante Hacienda. Determina el régimen fiscal al que se sujeta, cómo se calculan sus impuestos, nómina, etc.
- Capitalización: Marca el camino de las opciones de acceso a capital de inversión.
- Responsabilidad: Define quién responde por las deudas y obligaciones de la empresa. También establece la responsabilidad, funciones y peso de los socios o accionistas ante las deudas de la empresa, si es que llegara a tenerlas.
En general, la estructura legal establece las personas, funciones y actividades clave en la operación de la empresa. La formalización de esta desde el inicio hará más fáciles algunas acciones clave al momento de crear una empresa. Por ejemplo, su constitución legal, el registro de marca e incluso cosas como la toma de decisiones respecto a la imagen corporativa y logotipo.
La estructura legal no es lo mismo que el tipo de sociedad mercantil. Tampoco es lo mismo que el régimen con que se está dado de alta en el SAT.
Tipos de estructuras legales de una empresa
En México, hay 3 tipos de estructuras legales para las empresas. Ninguna es mejor que otra, la clave es elegir la que mejor convenga al modelo de negocio de cada proyecto.
- Propiedad única: La empresa pertenece en su totalidad a una sola persona, la cual toma todas las decisiones. Esto significa que en esta persona recaen todas las responsabilidades y riesgos de la empresa. Esta suele ser la elección principal para las pequeñas empresas, pymes en México.
- Sociedad: Dos o más personas se asocian para la creación de la empresa, compartiendo responsabilidades e infusión de capital. Existen diferentes tipos de sociedades, como la Sociedad Anónima y Sociedad por acciones simplificadas (SAS), entre otras.
- Corporación: Es una entidad separada de los dueños. Es decir, que los dueños no son responsables por las deudas de la empresa. La dirección suele llevarse a través de una mesa o consejo directivo. Asimismo, debe establecer desde el inicio la injerencia de los accionistas, pues pueden tener voto y participar en la operación o no. Suelen sobrevivir a los dueños originales.
Para elegir la mejor, lo más recomendable sería acercarse a un experto en legal corporativo. Además, es de interés tener claros los elementos clave del proyecto que se va a iniciar. Es decir, conocer los objetivos, operación y crecimiento potencial, cuántas personas estarán involucradas junto con sus responsabilidades y aportes, entre otras cosas.
Escoger la estructura legal adecuada para tu proyecto es importante. No es una formalidad, sino una herramienta. Te permitirá tomar decisiones más acertadas para el presente y futuro de tu empresa.
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